miércoles, 17 de noviembre de 2010

Playa el Doradillo



La primera visita que realizamos al llegar de un largo viaje en micro, fue la visita al doradillo, allí aprendimos que es un área protegida municipal en el año 2001, El Doradillo resguarda el paisaje terrestre y marino que se extiende desde Punta Arco hasta Cerro Prismático, a lo largo de 30 kilómetros de costa. 


Otras de las cosas que aprendimos fueron que es uno de los pocos lugares en que se puede realizar avistaje de ballenas francas desde la costa. En esta playa, elegida por sus aguas calmas y más cálidas que el resto del océano, las hembras se acercan a parir sus crías y amamantarlas entre los meses de junio y noviembre.     


Hasta pasados los 30 o 40 días de vida, los ballenatos no desarrollan la capa de grasa que les permite flotar. Por lo que sus madres los llevan en la aleta cerca de la costa y aprovechan para descansar sobre el lecho de canto rodado.




Nos habían comentado que la hora ideal para ver a las ballenas es el momento en que empieza a subir la marea. 


Debíamos ser pacientes y esperar a que estos increíbles mamíferos decidieran acercarse.
En el extremo norte, sobre una de las puntas del acantilado, se encuentra una caseta que permite a los biólogos censar la población de ballenas que arriban cada año al Golfo Nuevo. Desde este puesto de control se divisa la llegada de los primeros ejemplares en el mes de mayo y hasta diciembre se las puede ver por toda la costa.     


Durante esa tarde no se hicieron presentes muchas ballenas pero igual nos quedamos contemplando la tranquilidad de esta hermosa playa.


Pero eso no es todo, el avistaje de este apasionante milagro de la naturaleza es acompañado por el paisaje sin igual de estas costas de la provincia de Chubut.





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